Ser consciente de precio deshollinador es importante para el hogar que lo tiene. Es el caso de las obligaciones relativas al mantenimiento necesario para el buen funcionamiento de la chimenea. De hecho, no se trata solo de hacer la elección correcta al adquirir el dispositivo. En ausencia de mantenimiento, la calefacción ya no sería tan eficiente. De hecho, la chimenea se obstruye poco a poco a medida que se usa y los depósitos de ceniza y hollín obstruyen el conducto. La eficiencia de la chimenea se reduce así porque consumirá mucho más combustible. Tampoco se pueden descartar los riesgos de intoxicación por monóxido de carbono. Finalmente, la falta de mantenimiento aumenta el riesgo de incendio. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente llamar a un profesional autorizado para que se encargue del deshollinado de la chimenea de vez en cuando.

Sobre el precio del deshollinador

Cifras dadas por profesionales deshollinadores

la precio deshollinador depende del tipo de chimenea que vayamos a mantener. Las chimeneas de madera tienen el coste más bajo, alrededor de 40 a 60 euros. Los modelos a gasolina tienen aproximadamente los mismos precios, es decir, de 40 a 70 euros. En cambio, para un sistema de calefacción de gasoil, el coste puede llegar hasta los 80 euros. Tenga en cuenta que, independientemente del tipo de chimenea, se debe llamar a un deshollinador al menos una vez al año.

El precio y las diversas obligaciones.

En principio, el tipo del IVA para los trabajos de barrido es del 5,5%. Dependiendo del tamaño de la tubería, el coste del barrido puede alcanzar los 100 euros. No obstante, aún a este precio no debe escatimar en medios porque si alguna vez se produce un incendio, no puede obtener compensación si no tiene un documento acreditativo. Este documento se utiliza para demostrar que un profesional ha intervenido regularmente para deshollinar la chimenea.

Factores de variación de precios

Tamaño del conducto

Las tarifas aplicadas no han aumentado durante los últimos 3 años. El coste del servicio ronda siempre entre los 30 y los 80 euros. Hay muy pocos factores de variación de precio deshollinador, por lo que las diferencias de precio no son muy grandes. En general, todo depende del tamaño del conducto. Cuanto más largo sea, más complicada será la tarea para el deshollinador y más cobrará un alto precio. El precio también puede aumentar si la chimenea no se ha mantenido durante años. De hecho, si el residuo de hollín se solidifica, la intervención del deshollinador será mucho más complicada.

Condiciones de trabajo y viajes.

Cada región aplica tarifas diferentes para el deshollinador. Las tarifas que aplican los profesionales nunca son las mismas, de ahí el interés de solicitar presupuesto previamente para poder comparar. El precio por lo tanto depende de la localidad pero también de los viajes que podrían implicar precios adicionales. En cuanto a las condiciones de trabajo, todo depende de la altura del conducto y sus características. Si las dimensiones del conducto dificultan las condiciones de trabajo, lo normal es que el deshollinador aplique la tarifa máxima, es decir, 80 euros.

Deshollinador y normativa vigente

¿Cuándo se debe barrer?

Aparte del cartero precio deshollinador, también hay que tener en cuenta que es un procedimiento impuesto por los textos reglamentarios prescritos por el Municipio. Pero por razones prácticas, se debe llamar a un profesional con licencia para que desholline la chimenea al menos una vez al año. Para garantizar su correcto funcionamiento y evitar cualquier riesgo de intoxicación, la chimenea debe ser deshollinada una vez cada seis meses. Lo mejor es utilizar un deshollinador antes de la época de calor y de nuevo durante dicha época.

¿Quién es el responsable de barrer?

En principio, el coste del barrido corre a cargo del ocupante de la vivienda, a excepción de la calefacción colectiva, cuyo barrido corre a cargo del síndico. Así, si se trata de una vivienda en alquiler, el inquilino deberá encargarse del deshollinado de la chimenea. No obstante, el propietario debe actuar de buena fe al momento de la celebración del contrato de arrendamiento y presentar el inventario de instalaciones del conducto al arrendatario. El propietario debe comprobar el estado de la chimenea cada vez que cambia de inquilino para no suponer un problema para los futuros ocupantes de la vivienda, en lo que a mantenimiento se refiere.

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