El diseño de una cimentación de hormigón determina la estabilidad y resistencia de un edificio a los esfuerzos que experimenta y requiere refuerzo. En efecto, para garantizar estas funcionalidades, un refuerzo metálico entra en composición con el hormigón, para compensar la falta de resistencia de este último a ciertos ataques. Este es el refuerzo de la base. La realización de este trabajo preliminar sigue unos pocos pasos, lo que permite garantizar su buen diseño.

El concepto de refuerzo de cimientos.

El refuerzo de una cimentación consiste en añadir barras de refuerzo de hierro envueltas en hormigón. Es posible comprar estructuras listas para instalar llamadas “bases de cimentación”. Antes de instalar la armadura, es imprescindible un estudio geotécnico para definir qué diámetro debe tener la armadura, en función de la estabilidad del terreno.

Elementos de refuerzo de cimientos debe instalarse en las trincheras. Asimismo, se debe cuidar que se instalen sobre cuñas para que las suelas o refuerzos puedan entrar en contacto directo con el suelo. Luego, deberán agruparse con alambre de acero o hierro para contener adecuadamente el refuerzo de la cimentación. Además, sería prudente completar el trabajo proporcionando un refuerzo adicional, que se colocará en las esquinas. Pero no debemos descuidar la etapa de integración de los postes así como los demás detalles estructurales esenciales.

Es después de la colocación del refuerzo que se pueden realizar las etapas de canalización. Este es un proceso esencial antes de extender el hormigón sobre los cimientos. Canales en su lugar, podemos verter el hormigón en el refuerzo, un paso para ser completado lo antes posible para evitar que todo el trabajo sea desperdiciado por la tierra o el agua de lluvia.

La importancia de un estudio de factibilidad de refuerzo de cimientos

Al ser el asiento de la construcción, es el cimiento que transferirá el peso de la estructura al suelo y garantizará su estabilidad. Las características del terreno condicionarán la técnica de refuerzo de cimentación a realizar. A esto se suman el método de construcción previsto y las limitaciones geográficas de la región. Es por eso que, antes de entrar en el tema de la cimentación en sí y del refuerzo conviene tener en cuenta la naturaleza del suelo.

Para ello, debe realizarse un estudio de viabilidad, que también puede denominarse estudio de suelo o estudio geotécnico. Solo después de este análisis, el ingeniero geotécnico podrá indagar sobre la naturaleza del suelo, para poder determinar su capacidad de carga. Es decir, el peso de la carga que podrá soportar. Sin esto, es imposible que este técnico determine la profundidad correcta de la cimentación.

Antes de realizar el refuerzo de cimentación, un estudio de hormigón completará este estudio geotécnico. El objetivo es conocer el tipo de hormigón a utilizar para la construcción de la cimentación. Tenga en cuenta que un análisis de la tierra solo cuesta en promedio entre 1500 y 2000 euros. Un estudio completo cuesta generalmente más de 2500 euros.

Colocación del refuerzo: un paso decisivo

Esta fase se puede organizar de diferentes maneras dependiendo de las técnicas implementadas. De hecho, el refuerzo es diferente de una construcción a otra, tanto en la configuración como en el tamaño y en los materiales utilizados. Pero básicamente, su implementación implica operaciones comunes, sabiendo que en todos los casos, la idea es asegurar la inmovilidad de las estructuras metálicas, especialmente cuando llega la fase de hormigonado.

El refuerzo se dispone en espaldera en cada zanja. Comienza con la instalación de hierros cuadrados en cada esquina, que se mantienen unidos por tablones de hormigón. Sobre estos soportes se alinean los marcos alargados. Estos últimos se colocan sobre cuñas para evitar el contacto con el suelo. Entonces es necesario agregar soportes sobre el dispositivo en su lugar. Cada parte del refuerzo se ensambla finalmente con alambre de hierro o acero, para garantizar siempre la inmovilidad de las estructuras.

El tipo de hierro que se utilizará para el refuerzo.

En la construcción es habitual el uso de hierros de diámetro estándar, es decir del hierro 6 al hierro 40. Deben elegirse en función del espesor de los cimientos, pero también teniendo en cuenta las limitaciones que sufrirá la obra. Por lo tanto, esta elección varía desde una casa unifamiliar hasta un edificio de gran altura, incluidos los dispositivos técnicos como los postes eléctricos. Como cualquier producto y material de construcción, el hierro de refuerzo proviene de diferentes fabricantes cuyas técnicas no son necesariamente iguales.

Pero en cualquier caso, para el refuerzo del hormigón, es necesario utilizar hierro retorcido o excavado, para maximizar su adherencia con el hormigón. De esta fuerte unión armadura/hormigón resulta la resistencia de los cimientos. Pero a pesar del cumplimiento de estos estándares de calidad y diseño, la configuración del refuerzo requiere un estudio en profundidad y la intervención de un experto.

Requisitos previos para el trabajo de refuerzo de cimientos.

Previo a la cimentación se recomienda un estudio geotécnico. Es solo después de esto que todos información sobre la naturaleza del suelo se conocerán, y son determinantes en la elección de la fundación. No olvidemos que un proyecto de este tipo requiere el rigor y el saber hacer de un profesional experimentado. Antes del armado, es útil la preparación del terreno para que la cimentación se realice correctamente.

Esto requiere terrazas en el suelo. Según los planos de la casa, delimitaremos el terreno con estacas. Estos estarán conectados por un cordón. Luego, vendremos y cavaremos los cimientos con una retroexcavadora. Después de este paso, implica cavar trincheras para los cimientos. Por lo general, necesita una profundidad de al menos 60 cm, con un ancho de 50 cm. Un nivel láser será útil para comprobar la profundidad de las zanjas.

Finalmente, tras cavar las zanjas, llega el momento de verter la primera capa de hormigón limpio. Notar que las caracteristicas del concreto y el diámetro de los hierros correspondientes será estudiado e instruido por un ingeniero.

Lo que debe hacerse concretamente y antes del refuerzo.

Se deben colocar cuñas de forma que el hormigón no entre en contacto directo con el suelo. Entonces es hora de construir las armaduras. Para ello necesitaremos un hilo sinfín con el que crearemos armaduras mediante un conjunto de paneles enrejados también diseñados en hierro. Utilizando una excavadora cavaremos trincheras, en las que instalaremos los refuerzos. Las cuñas se instalarán verticalmente en las esquinas. Esto es para vincular mejor los cimientos con el resto de la estructura.

Un hormigón de cimentación húmedo debido a una lluvia que cae inmediatamente después de su realización afectará sin duda a su textura y su resistencia. Por lo tanto, es importante que este trabajo se realice con buen tiempo. Además, cuando se realiza el colado, los profesionales de la albañilería recomiendan dejar reposar al menos quince días para garantizar una buena estabilidad. Lo ideal es incluso esperar el mayor tiempo posible antes de que comience el trabajo. Al mismo tiempo, la construcción debe hacerse paso a paso.

Etapas de trabajo después del refuerzo.

Una vez completada toda esta preparación, se puede verter el hormigón. Esto se hace en una mezcladora de cemento. La otra alternativa es que el hormigón se entregue con un camión hormigonera. También es más práctico verter el hormigón con al menos dos personas para una mayor eficiencia. Mientras uno vierte el hormigón en ángulo, el otro se encarga de esparcirlo por toda la superficie.

Realización del refuerzo de cimientos: un asunto para profesionales.

La realización de un refuerzo de cimentaciones es una cuestión de precisión. Entonces, luego del estudio preliminar realizado por el arquitecto o el ingeniero a cargo del plan de construcción en cuanto a las características del refuerzo, el herrero a cargo deberá hacer una lectura rigurosa del plan, luego demostrar precisión.

Refuerzo de cimientos: precios relativos al refuerzo de hormigón

De hecho, el precio de la instalación del refuerzo por un profesional ya está en el de la losa de hormigón, de 65 a 80 euros el m². Una de las razones de esto es que el refuerzo es inseparable de la construcción de la losa. Si el precio de un plan de refuerzo ya está en la tarifa del arquitecto que elabora los planos para la construcción del edificioel precio del refuerzo solo por un profesional está dentro de un rango de 45 a 50 euros/hora.

Para el día, este precio sube a 250, o incluso 300 euros/día. Además, el plan de refuerzo determina el precio final de una losa de hormigón. Es a partir de este plan que los arquitectos y las empresas de albañilería podrán implementar armaduras capaces de hacer que la construcción sea resistente a la compresión, tracción, flexión o cualquier cortante.

En cuanto a los materiales, el alambre de amarre cuesta alrededor de 5 euros para los años veinte. El encadenamiento de hormigón está entre 3 y 8 euros/m. El panel de malla soldada está entre 1 y 8 euros/m². Y el corrugado de 6m, entre 6 a 10 mm de diametro esta entre 2 a 10 euros/unidad.

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